La relación con los padres


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Las Relaciones con los Padres

 

 

Cuando somos pequeños nos enseñan que los padres son las personas que nos dieron la vida y que nos cuidan y nos quieren, pero eso no significa que uno no vaya a tener discusiones y estar en desacuerdo con sus padres a veces.

 

Los padres siempre están pensando en lo mejor para sus hijos, y siempre hacen todo pensando en las consecuencias que esto traerá para sus hijos. El amor que sienten los padres por sus hijos es tan fuerte que jamás desearían hacerles daño, pero lo que pasa a veces es que los padres no siempre saben lo que es mejor, y es por eso que a veces acaban haciendo daño a sus hijos sin darse cuenta.

 

Así mismo, los hijos también quieren muchísimo a sus padres, y siempre (lo demuestren o no) están muy agradecidos con sus padres por todo lo que han hecho por ellos, pero lo que ocurre a veces es que los hijos se enfurecen mucho con sus padres, y llegan incluso a inconscientemente hacerles mucho daño a sus padres haciendo y diciendo cosas que perjudican a sus padres y a sí mismos.

 

Pero, tal y como hay veces en las cuales los padres e hijos se hacen daño sin querer, lamentablemente, también hay ocasiones en las cuales éstos se hacen daño apropósito.

 

Y este tipo de situaciones (tanto cuando se hace apropósito como cuando se hace sin querer) pueden dejar marca para siempre en los corazones tanto de los padres como de los hijos.

 

Es importante que haya respeto mutuo entre los padres y los hijos; algo que pasa a veces es que los padres no respetan a sus hijos pero aún así exigen que sus hijos los respeten, y esto no debe ser así, porque si el respeto no es mutuo, entonces no es respeto.

 

 

Otro factor importante es que ese respeto debe estar basado en el amor, no en el miedo, ya que si un padre o madre mantiene bajo control a su hijo o hija por medio del miedo, entonces esta situación sólo continuará mientras que el hijo pueda soportarlo, y llegará un momento en el cual el hijo no lo soporte más y deje de tener miedo, entonces el padre, a lo que nunca se ganó el respeto ni el cariño de su hijo, no tendrá ninguna autoridad sobre éste. Y lo más probable es que esos padres e hijos nunca lleguen a tener una buena relación, e incluso es posible que una vez los hijos se vayan de casa, éstos corten su relación con sus padres.

 

Por el contrario, si el padre se ganó el respeto de su hijo mediante el amor, y él también respeta a su hijo, su relación será auténtica y duradera.

 

Es importante que los hijos sean conscientes de que sus padres siempre estarán ahí para ellos, para ayudarlos en todo lo que necesiten, y eso es algo que no es fácil de conseguir: una persona que está dispuesta a escucharte, ayudarte y apoyarte no importa cuan malas sean las cosas que hiciste. Pero también hay un error que cometen muchos padres, que es decir que ellos pueden entender cualquier situación que sus hijos estén viviendo porque ellos también tuvieron su edad; ésto es un gran error, ya que los tiempos cambian mucho, y así mismo también cambian las situaciones, además, puede que el padre sepa lo que hizo él en esa situación, pero esto no tiene porque ser necesariamente lo mismo que deba hacer el hijo; por eso es importante que el padre escuche con atención el problema de su hijo y le ACONSEJE algo, pero que no le EXIJA nada, e incluso hay ocasiones en las cuales es mejor que el padre escuche y apoye a su hijo en silencio (con un abrazo) y no lo juzgue.

 

La relación entre los padres e hijos es muy importante y hermosa, y es algo que vale la pena esforzarse en mantener.

 

Patricia Fernández
Patricia Fernández